El Pucela se suicida ante el Betis
Dos errores en sendas cesiones al portero convertidas en pases de gol a Sergio García en la segunda parte deciden la cuarta derrota consecutiva del Real Valladolid en la Liga.
Los partidos se pueden ganar por muchos caminos. El mejor suele ser jugar mejor que el contrario. Algunas veces, las menos, no es necesario. Simplemente, basta con aprovechar los errores del contrario. Y si estos son encadenados, pues mejor que mejor.
El Real Valladolid esta tarde se suicidó. Mermado en su confianza por las tres derrotas anteriores en la Liga, el equipo vallisoletano comete ahora errores de bulto, además encadenados, que suponen un suicidio en Primera división. Esta tarde llegaron en forma de cesiones fallidas al portero. En la primera, de Pedro López, Sergio García falló ante un Justo Villar muy entonado. En la segunda, Sesma volvió a marrar en una cesión atrás y volvió al servir un balón en bandeja al delantero internacional, que no falló el 1-2. Y en la tercera, ya en el descuento, Pedro López volvió a equivocarse en un pase a Justo Villar y de nuevo sirvió en bandeja a Sergio García el 1-3.
Además de estos regalos en forma de goles, el Real Valladolid tuvo muchas fases de gran inseguridad en defensa, sin claridad para sacar el balón limpio desde atrás y sin contundencia a la hora de disipar el peligro que creó el Betis, que tampoco fue tanto realmente, ya que al margen del gol de Xisco, fabricado con brillantez por Sergio García, el resto de acciones atacantes del equipo verdiblanco nacieron más de la inseguridad de los blanquivioleta que de la sensación de peligro sevillana.
Tras el 0-1 en el minuto 16, Luis Prieto, en un error clamoroso de la zaga bética, empató con un cabezazo en el minuto 22, a la salida de una falta lateral botada por Pedro León al corazón del área pequeña sin que el portero saliese y los defensas acertaran a cubrir la vía de agua.
Con el paso de los minutos, el partido, malo desde el punto de vista técnico y táctico, con muchas imprecisiones en los pases y mucho desorden en ambas escuadras, se convirtió en un partido entretenido para el espectador, casi en un correcalles de ida y vuelta, que antes del descanso ya deparó un remate al palo de Canobbio, un despeje de Óscar Sánchez que acabó en el palo, y en un remate de cabeza de Goitom que lamió la escuadra de Ricardo.
En la segunda mitad, el barullo fue en aumento hasta que el desenlace se convirtió en un tiro al aire que le cayó en la cabeza al Pucela. Podía marcar cualquiera, e incluso daba más sensación de poder hacerlo el Real Valladolid que el Real Betis, pero lo que no era previsible es que el tiro se lo pegaran los vallisoletanos con su propia pistola y encima se rematara cuando estaba ya en el suelo.
Lo bueno es que desde el suelo ya no se puede caer más. Ahora, sólo queda levantarse.
Por su parte, la grada mostró el enfado ante el pésimo juego del equipo, con pitos y abandono del estadio cuando Sergio García marcaba el tercero para el Betis. Incluso hubo pequeños conatos de pañoladas, algo que en estas situaciones en normal, pero no si olvidamos que somos el Real Valladolid.
Así pues, tras el nefasto partido de ayer, acabamos la primera vuelta de la competición con 23 puntos, a 8 del descenso y a 10 del colista, en la 12ª posición. El año pasado contábamos a estas alturas con 24 puntos, uno mas que en esta campaña.
Esta ha sido la actualización de hoy, un abrazo, no olvidéis dejar vuestro comentario y, hoy mas que nunca, ¡¡¡AUPA PUCELA!!!
3 comentarios:
Ésto ya empieza a preocupar...
Un saludo.
Pues si que empieza a preocupar, ayer el equipo dio una lamentable imagen y desgraciadamente ya llevamos unos cuantos partidos así.
Muy importante el partido contra el Espanyol.
1 abrazo!
Por cierto, me gusta mucho la nueva apariencia que tiene el Blog.
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