lunes, 23 de febrero de 2009

Derrota, expulsados y cabreo general


Real Valladolid 1-3 Málaga CF

El Málaga tuvo más pólvora que el Pucela

El Real Valladolid, superado por el Málaga en la primera parte con un 0-2, se estrelló contra los palos en una buena segunda mitad y no pudo remontar

Una buena primera parte del Málaga, en la que superó al Real Valladolid en el control del juego, le bastó al conjunto andaluz para llevarse tres puntos de oro para la Costa del Sol. El resultado deja la tabla partida en dos grupos. Ocho equipos pelearán por los puestos nobles y una docena, entre los que estará el equipo blanquivioleta, lucharán por la permanencia.

El partido tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera, de superioridad malagueña, el equipo visitante aprovechó dos de las tres ocasiones que generó para encarrilar la victoria. Luque marcó el 0-1 en el minuto 8 con un zurdazo desde la frontal que sorprendió a Justo Villar y se coló pegado al palo, y Apoño, de penalti (cometido por Iñaki Bea sobre Eliseu) al filo de la media hora de juego, puso el 0-2.

Los dos torpedos en la línea de flotación blanquivioleta dejaron muy tocado al equipo de Mendilibar, que estuvo a punto de naufragar definitivamente en el minuto 41, cuando entre Baha y Eliseu fallaron una ocasión inmejorable ante Justo Villar. Un par de testarazos sin fortuna, de Goitom y Sesma, y un gran remate de Víctor con la zurda antes del segundo gol malaguero, fue la producción atacante de un Real Valladolid que no supo como jugarle a un rival contundente en defensa y que salía al contraataque con rapidez, orden y verticalidad.

Todo cambió en la segunda parte. Tras fallar otro remate imposible Baha, a bocajarro ante Villar, el Real Valladolid se hizo con el control del partido y comenzó un asedio ante la portería de Goitia, que salvó el primer gol en el minuto 55 al sacar una mano espectacular a disparo de Sesma con la zurda.

El Real Valladolid tiró de casta. Creyó entonces en la remontada y se fue descaradamente a por el Málaga, que no era capaz de aprovechar los huecos en la defensa blanquivioleta que propiciaba la acumulación de hombres en el campo rival. Como el Málaga no hacía daño, el partido se convirtió en un monólogo vallisoletano, sobre todo tras la salida de Oldoni y Aguirre, por Borja y Sesma.

1429i_231arbitro.JPG

Nada más salir, Oldoni reventó el larguero con un remate y poco después fue Goitom quien cabeceó a la madera cuando ya se cantaba el gol en Zorrilla. Pero el gol del Pucela tardó mucho en llegar y eso lastró la última reacción blanquivioleta.

Gol de Oldoni
No obstante, el gol que podía haber cambiado el curso de los acontecimientos llegó. Oldoni y Goitom entraron como obuses a por un centro de Pedro López y el brasileño inauguró su cuenta goleadora.

Quedaban todavía siete minutos más el descuento para apelar a la heroíca, pero no hubo reacción porque en ese momento el cuarto árbitro decidió secundar al colegiado Megía Dávila en su mal arbitraje y se lío en un rifirrafe sin sentido con el banquillo vallisoletano, expulsando de una tacada al Dr. Pablo Grande, a Mendilibar y a Ángel Félix. En la tángana verbal se fueron cuatro minutos al limbo, el partido se enfrió y la reacción se fue al garete. Hasta tal punto se fue del encuentro el Real Valladolid, que se encontró con un balón a la espalda y el tercer gol.

Y en el medio del desquicie, el Málaga se llevó los tres puntos y el Real Valladolid se quedó con su cuerpo técnico en el túnel de vestuarios y sus jugadores impotentes por no haber tenido la oportunidad de intentar una remontada que, por su empuje en la segunda parte, merecieron.

1 comentario:

Marcos Valdespino dijo...

Lo del cuarto arbitro ayer fue lamentable. Menudo chulo y luego para colmo se unió el arbitro que también tiene lo suyo.

Yo sinceramente me sigo preguntando cual es la función del cuarto arbitro, yo pienso que solamente molestan.


A ver si el Pucela reacciona en los proximos partidos ya que tenemos dos partidos fuera de casa y despues vendrá a Zorrilla el Getafe, un partido importantisimo para la salvación.


1 abrazo!