martes, 22 de enero de 2008

El Patio Herreriano


Aspecto actual del Patio Herreriano


Nos damos la vuelta después de ver la Iglesia de San Benito para girar a la derecha por la calle Cebaderia, volvemos a girar a la derecha en la Calle Jorge Guillén y continuaremos unos 40 metros, para vislumbrar uno de los patios del monasterio de San Benito, o lo que es lo mismo, el Patio Herreriano.



El Museo está situado en el antiguo Monasterio de San Benito localizado en el centro histórico de la ciudad de Valladolid. El Patio Herreriano es uno de los tres patios que componen este edificio que fue transformado y ampliado a lo largo del tiempo desde su fundación en el siglo XIV. El Monasterio fue creciendo a partir del antiguo Alcázar con la construcción de la Capilla de los Condes de Fuensaldaña (1453), diseñada en su origen por Juan Gómez, arquitecto también de la Catedral de Palencia, y la edificación de la iglesia de San Benito (Juan de Arandia, 1499). Entre los años 1559 y 1573 Rodrigo Gil de Hontañón acomete reformas que suponen la construcción de nuevos claustros para lo que se demuelen parte de las antiguas estructuras.

El proyecto de mayor envergadura lo lleva a cabo Juan de Ribero Rada entre 1582 y 1584, contemporáneo de Juan de Herrera, con la realización de un nuevo claustro, el llamado Patio Herreriano, sede del Museo, que tiene influencias del arquitecto italiano Palladio y que constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de este periodo en la península. Con la desamortización de Mendizábal el monasterio cede su uso al de cuartel hasta los años sesenta de nuestro siglo en el que pasó a pertenecer al Ayuntamiento de Valladolid.

Los criterios de intervención arquitectónica sobre el Patio Herreriano intentan conciliar las necesidades del uso como Museo con el respeto a la magnífica arquitectura del edificio. El equipo de arquitectos -Juan Carlos Arnuncio, Clara Aizpún y Javier Blanco- ha diseñado la organización del museo optando por un planteamiento que permita cierto grado de flexibilidad entre las salas de exposiciones permanentes y eventuales y por unos criterios de neutralidad y claridad para la mejor contemplación de las obras exhibidas, teniendo en cuenta en todo momento las necesidades museísticas de conservación. Juan Ariño ha realizado la asesoría museográfica del Museo

Un espacio singular del Museo lo constituye la Capilla de los Condes de Fuensaldaña, donde a partir de la ruina existente se ha completado el volumen mediante una arquitectura nueva, que se configura en torno a la luz como elemento definidor. Destaca también la Sala Gil de Hontañón de la que se ha podido rescatar parte de una pintura mural; se cree que pertenecen a las primeras décadas del siglo XVI.

Las necesidades de disponer de más espacio para salas de exposiciones, almacén y cafetería han determinado la construcción de un edificio anexo que enriquece el conjunto arquitectónico, potencia la fachada original y genera un jardín de entrada al Museo de amplias dimensiones.

El Museo dispone de once salas de exposición, centro de documentación y biblioteca, sala de actos, taller de restauración, almacén, espacios para montaje, oficinas, recepción, tienda-librería y café-restaurante.



Esta es la historia de este precioso museo, el cual os animo a visitar.

Podeis seguir mandando vuestras fotos de la ciudad a:
cristian_despojo@hotmail.com


Saludos a todos y gracias por visitar este blog.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito ha quedado lo del Patio Herreriano ya que hace algunos años todo eso estaba medio abandonado y daba pena verlo...
Al igual que pasaba con la Iglesia de San Agustin que estaba en ruinas.

Lo malo para mi de que hicieran este museo es que nos quitaron a mi cofradía unos locales magnificos que teniamos en la calle Encarnación...

1 saludo Farolillo!!!

Luis Alfonso dijo...

Así que Marcos echa en falta el JJ??

Yo he visitado el actual museo en una única ocasión y como siempre me pasa con este tipo de museos me gustó mucho más el continente que el contenido y es que si siempre hay alguna hermosa obra, más del 90% a mí no me dicen absolutamente nada o en muchos casos me producen la sensación de que el creador se está riendo de mí.

Farolillo dijo...

La verdad es que creo que lo de que no nos dicen nada las obras nos pasa a todos.

Te dicen "Felicidad", y es un trozo de metal sin mas.

Anónimo dijo...

Recordar la anécdota, creo que fué el programa de TV Testigo directo, dió un lienzo para que lo pintaran los niños de una guardería y luego lo colaron en la feria Arco, tendriaís que haber oido los comentarios de la gente," pa´mearse de risa.
http://es.youtube.com/watch?v=Pj4MVtoNWZc