lunes, 11 de febrero de 2008

Convento de los Agustinos Filipinos

Fachada principal del Convento de los Agustinos

Hoy, el recorrido es corto, tan solo andaremos sobre nuestros pasos desde la estación de tren, por la calle Estación del Campo Grande, hasta el Paso Filipinos, donde encontraremos este majestuoso Convento.

El edificio empieza su construcción en 1759. Tras un parón entre 1762 y 1778 por falta de dinero, a finales del siglo XVIII están terminados el piso bajo del claustro y el segundo de la crujía sur del mismo, así como la escalera principal y otras dependencias. Durante la Guerra de la Independencia Española, lo entonces construido del edificio sufrió daños al estar ocupado por el ejército francés. Tras el fin de la contienda, se repararon los daños.
La Desamortización de Mendizábal respetó el seminario debido a su labor en Filipinas y el interés que ofrecía esto al Estado. En 1853 se retoman otra vez los trabajos de construcción y se empieza la iglesia, aunque las obras transcurren muy lentamente. A finales del siglo XIX, bajo la dirección del arquitecto Jerónimo Ortiz de Urbina y prácticamente siempre siguiendo los planos de Ventura Rodríguez, se construyeron la iglesia, hasta el arranque de la cúpula, y el tercer piso del edificio. En 1924 se cierra la cúpula y en 1927 se concluyen las torres. El interior de la iglesia de decora y en 1930, el edificio es finalizado y se consagra la iglesia el 4 de mayo de ese año. Había tardado la construcción casi 171 años.

Obras de arte en su interior

En la iglesia se encuentran varias esculturas y pinturas de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX, en general no demasiado sobresalientes, aunque tampoco exentas de cierto interés. En el coro se encuentra una gran sillería de coro de madera filipina de tres órdenes de sillas (de las que hay pocos ejemplares) y un buen órgano de estilo romántico construido en 1930 en Barcelona por la Casa Xuclà.
Parte del edificio sigue estando ocupada como convento y seminario, con una interesante biblioteca sólo abierta a investigadores.

Museo Oriental

Tiene su asiento en el edificio. Fue fundado en 1908, se produce una primera renovación en 1980, y una segunda en 2005, abriendo de nuevo al público en mayo 2006 y su objetivo es exponer la gran colección de objetos procedentes de China y Filipinas, principalmente, y que fueron recogidos por los Filipinos en sus misiones en Extremo Oriente. Esta gran colección de arte se encuentra en esta ciudad debido a dos razones: Valladolid era la sede central de los Agustinos Filipinos de España y la segunda, que al ser la sede central, era donde se formaba a los futuros misioneros y para ello se traían muchos materiales de Oriente.
Se trata del museo dedicado a arte de Extremo Oriente más importante de España. Sus 15 salas se dividen en dos secciones: la dedicada a China posee bronces, porcelanas, lacas, pinturas y monedas; la parte dedicada a Filipinas posee fondos de carácter etnográfico, como esculturas de madera de las tribus de las islas, una colección de marfiles hispano-filipinos, muy conocida y con esculturas de gran calidad, mantones, armas y un monumental libro sobre la flora en Filipinas. El espectro cronológico de las obras es muy grande, desde el siglo II adC hasta el siglo XIX de nuestra era.

Interior de la Iglesia

Esta es la historia del Convento de los Agustinos-Filipinos

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3 comentarios:

Luis Alfonso dijo...

Weno pues que decir del Museo Oriental, una maravilla que muchos vallisoletanos aún no conocen. He entrado 2 veces a verlo y cada vez me ha sorprendido enormemente.

La iglesia a mí me resulta muy singular por su forma medio esférica.

Anónimo dijo...

Una fachada impresionante, casi nunca me he parado a verla detenidamente...
Yo el Museo Oriental no le conozco, aunque he oido que es bien bonito, como apunta Luis Alfonso.

1 abrazo farolillo!
Y sigue asi que aunque haya pocas firmas diariamente seguro que lo lee mucha gente!!

Anónimo dijo...

Muy bueno el museo, desde su reforma no le he visto, pero me han comentado que ha mejorado mucho. Grandes instalaciones las del convento con un múmero importante de cuadros que lo convierten en otro museo.