jueves, 7 de febrero de 2008

El inmenso Campo Grande

NOTA: EL DIA DE LAS COFRADIAS LO PASO A LOS VIERNES Y DOMINGOS, YA QUE SON LOS DIAS DE LA SEMANA EN CUARESMA MAS RELIGIOSOS.


Estanque del Campo Grande

Hoy, no hacemos recorrido, tan solo nos damos la vuelta y nos adentramos en el inmenso parque del Campo Grande.


El Campo Grande es un gran jardín público ubicado en pleno centro de la ciudad. Tiene forma triangular, cuenta con 115.000 m² de superficie y está limitado por la calle de la Acera de Recoletos, el Paseo de los Filipinos y el Paseo de Zorrilla . Su acceso principal se encuentra en la Plaza de Zorrilla, donde junto a una gran puerta de factura moderna se encuentra un gran escudo floral de la ciudad. El parque se encuentra cerrado en todo su perímetro por una sencilla verja que corre entre pilastras, con puertas en todos sus lados.

La pretensión de los historiadores Juan Antolínez de Burgos y Matías Sangrador y Vitores de retrotraer el origen de Valladolid a la época romana les hace afirmar la existencia de un poblamiento o villa en el centro del actual trazado urbano de tal manera que los restos que justificarían esa hipótesis estarían situados en lo que durante siglos se conoció como Puerta del Campo. Esta denominación hace referencia a una de las puertas que limitó la ciudad por su lado sur, desde finales del siglo XIII hasta el primer tercio del siglo XVII. Dicha puerta estuvo situada en la confluencia de las calles Santiago y Claudio Moyano, por lo que abarcaba la práctica totalidad del Campo Grande y de la Plaza de Zorrilla, además de los terrenos que hoy ocupa la Academia de Caballería.

Según Antolínez en el año 1595, con motivo de la realización de diversas obras en las cercanías de la Puerta del Campo junto a los terrenos de la actual Academia de Caballería y del Hospital de los Desamparados o de la Resurrección (en lo que hoy es la Casa Mantilla) se descubrieron sepulcros «labrados de cantería y los cuerpos que en ellos estaban tenían todas las señales de ser romanos». Antolínez sostiene también la existencia en todo el Campo Grande de enterramientos abovedados y el hallazgo de un aposento con mosaicos en las ruinas de la antigua muralla situada junto a la Puerta del Campo.

Si no tenemos en cuenta las teorías de Sangrador y Antolínez sobre la ocupación romana del Campo Grande, los primeros datos vinculados a la existencia de esta gran superficie indican que se configuró a partir de suelos agrícolas comunales. En realidad se trata de un típico descansadero. Efectivamente, tenemos que pensar el rango de Cañada Real del actual Paseo de Zorrilla. A lo largo de las cañadas, de vez en cuando, aparecen los descansaderos, que suponen un amplio terreno al lado de la cañada para apartar allí los ganados y hacer un pequeño alto en el camino y descansar. En este caso, es un descansadero hecho justo antes de entrar en la ciudad, de manera que descansaran allí los ganados y sus encargados.

A lo largo de varios siglos se celebraron en este recinto festejos y celebraciones de toda índole. Durante la Edad Media, fue conocido como Campo de la Verdad ya que era el lugar donde se desarrollaban duelos de honor y exhibiciones militares. En el año 1335 el rey Alfonso XI de Castilla organizó un torneo en el que combatieron los Caballeros de la orden de la Banda e incluso intervino el propio Alfonso XI disfrazado.

En el siglo XV, tuvo lugar un episodio bélico que formó parte de las guerras civiles que caracterizaron el reinado de Enrique IV de Castilla. Parte de los nobles castellanos se alzaron contra el monarca apoyando los derechos sucesorios de su hermano el Infante Alfonso de Castilla en contra de Juana la Beltraneja. En septiembre de 1464, la lucha entre los partidarios de Enrique y Alfonso se dirimió en Valladolid. Los rebeldes se apoderaron de las puertas y torres de la ciudad, a excepción de la puerta y la torre del Campo, que defendía el Merino Mayor de Valladolid Alonso Niño, que mantuvo su lealtad al monarca.

En la propia ciudad, Juan de Vivero, contador mayor del reino, se levantó el día 15 contra Enrique IV y tomó partido también por el infante Alfonso, sitiando a Alonso Niño en dicha torre y puerta. La resistencia de Alonso Niño hizo que al día siguiente la villa se alzara contra los Vivero y a favor del rey. Niño fue liberado, se reconquistaron las demás puertas, puentes y torres y los Vivero y sus partidarios fueron expulsados, dando entrada a los leales al rey.

A partir de finales del siglo XV y durante el XVI, la ciudad se extendió por esta zona y la Puerta del Campo se rodeó de edificios, fundamentalmente conventos. Según sostiene Martín González, la disposición triangular de éstos se debe a que los edificios se orientaron siguiendo la línea de los dos ríos que atravesaban la zona; el Pisuerga, por un lado, y uno de los ramales del río Esgueva, por otro.
La Puerta del Campo albergó durante un tiempo el patíbulo donde eran ejecutados los condenados tanto de la Inquisición como de la justicia ordinaria y militar. En el año 1506, fue colocada la horca en un lugar cercano a la entrada. Según Juan Agapito y Revilla, el campo se conoció con el nombre de la «hoguera» o el «brasero», por esta razón, en el siglo XIX pasó a denominarse Campo de la Feria, ya que allí eran quemados los herejes.

Los Autos de Fe se trasladaron desde la Plaza Mayor hasta el lugar de la ejecución. Según el relato de Manuel Canesi con motivo de las ejecuciones era llevado al Campo Grande la imagen del Cristo del Perdón perteneciente a la Cofradía de la Pasión que era situado junto al patíbulo.
Uno de estos Autos solemnes fue el que se celebró el 21 de mayo de 1559. El principal acusado fue el doctor Agustín Cazalla, sacerdote que había sido predicador en la Iglesia de Santiago y capellán del Emperador Carlos V. Cazalla que fue acusado de luteranismo y de haber arrastrado a varias personas a esa herejía fue juzgados junto con otros 31 reos. De estos, quince, entre ellos Cazalla, fueron condenados, mientras que el resto fueron reconciliados. Terminado el Auto de Fe, celebrado en la Plaza Mayor, los condenados, montados en mulas, atravesaron la calle Santiago y cruzaron la Puerta del Campo, lugar donde se habían levantado quince hogueras. El doctor Cazalla, arrepentido, exhortó al pueblo que presenciaba el suplicio, a permanecer fieles a la iglesia y rechazar la herejía.

La fiesta taurina está también unida a la historia del parque. Las corridas se celebraban habitualmente en la Plaza Mayor, acondicionada para ello, aunque existían otros escenarios como la Plaza Vieja o de San Pablo. Tras el incendio de 1561 los festejos tuvieron que trasladarse durante un tiempo a la Puerta del Campo, acotándose para ello una parte del Campo cercana a la puerta. Los toros recorrían el trayecto desde el matadero situado en la calle del Rastro (hoy calle Miguel Íscar), donde estaban encerrados, cercano al Hospital de la Resurrección, pasando por la Puerta del Campo y la calle Santiago.

Entre 1787 y 1788, según el proyecto del arquitecto neoclásico Francisco Valzanía, se trazaron varias calles con hileras de olmos que delimitarían aproximadamente el actual perímetro del Campo Grande y la Acera de Recoletos confluyendo en dos plazas circulares, la plaza de Zorrilla y la Plaza de Colón.
En 1846 se dieron los primeros pasos hacia la creación del Campo Grande en su concepción actual. En esta fecha el Ayuntamiento de la ciudad se opuso a la construcción de un edificio proyectado para Presidio Modelo en esta zona. En contraposición, la sección de ornato público del Consistorio vallisoletano propuso una serie de mejoras encaminadas a facilitar el riego del arbolado existente.

En 1877, a partir de la iniciativa del alcalde de la ciudad, Miguel Íscar, fue encargado el proyecto de su acondicionamiento a los arquitectos Ramón Oliva y el encargado de jardines Francisco Sabadell. Este proyecto, su trazado y la distribución del jardín responde a una concepción romántica y naturalista, con diferentes caminos, glorietas, plazas y parterres entre las que se levantan numerosas fuentes y memoriales.


Esta es la extensisima historia del Campo Grande.

Podeis mandar vuestras imagenes de la ciudad a:
cristian_despojo@hotmail.com

Un saludo y gracias por pasaros.

4 comentarios:

Luis Alfonso dijo...

Creo que sobre todo de pequeños todos hemos correteado por sus paseos y montado en la barca.

Hay que darle las gracias al Alcalde Miguel Iscar por legarnos una joya verde en el corazón de la ciudad.

Anónimo dijo...

Que buenas tardes con los patos en el estanque. Y los pavos..

Marcos Valdespino dijo...

Yo me acuerdo cuando iba los domingos por la mañana con mi abuelo a ver a los patos y darles de comer jejeje
El Campo Grande es uno de los grandes iconos de la ciudad...

Anónimo dijo...

El pulmón de Valladolid.

Farolillo te enviado por correo un grabado por si te interesa ponerlo.

jaimepasionmusic@hotmail.com